Stormlord [Análisis]


Eres Stormlord, un héroe musculado que pretende rescatar a las hadas secuestradas por la malvada Reina Badh o Reina Negra. Para ello, nuestro caballero se enfrentará a una serie de peligrosos enemigos y con el tiempo corriendo en su contra. ¿Lo conseguirá? Comenzamos el análisis de Stormlord. 




PLATAFORMA
: Sega Genesis 
GÉNERO: Acción-Plataformas
Nº DE JUGADORES: 1
IDIOMA: Inglés (Pal)
LANZAMIENTO: 1990 (US)/1992 (JP)
DESARROLLO: RazorSoft
DISPONIBLE EN: Spectrum, Amstrad CPC, Commodore64 y Atari ST
PRECIO: 10€ (solo cartucho); 30€ (completo NTSC)



Vamos a rescatar hadas.

Insertamos el cartucho y nada más encontrarnos en la pantalla de título podemos seleccionar las opciones o comenzar la aventura.  Las opciones únicamente nos sirven para subir la dificultad a difícil o maniática (mejor no intentarlo), cambiar la configuración de los botones y hacer un test de sonido. Nos olvidamos de ello, pulsamos “Start” y comenzamos la aventura de Stormlord.


Sin ningún arco introductorio ni pequeña escena que nos meta de lleno en la aventura, comenzamos a tener el control de Stormlord en un side-scroller  o aventura de avance lateral en donde podemos avanzar hacia las dos direcciones (izquierda y derecha). Saltamos con el botón A, lanzamos ataques de rayo con el botón B o cuchillos manteniéndolo pulsado, y con el botón C cogemos objetos y los podemos utilizar para intercambiar por otros. Además, nuestro personaje puede agacharse si pulsamos el botón del pad direccional hacia abajo


En la pantalla podemos observar abajo una pequeña barra que nos dice el número de hadas que debemos rescatar durante la aventura, el objeto que llevamos en ese momento, el número de puntos que llevamos, las vidas que disponemos y el tiempo que tenemos para completar el nivel representado con un sol, que cuando pasa a luna el tiempo se habrá consumido y no se perderá una vida… será Game Over. Una bonita faena. El tiempo suele rondar algo más de 5 minutos y cuando vamos avanzando por los niveles, es nuestro gran lastre ya que no sabemos el orden que debemos coger los ítems para avanzar y puede que se nos acabe la partida en cualquier nivel.


La ambientación del juego nos puede parecer que estamos ante un Ghost’N Goblins, con seres demoniacos como trolls, brujos, dragones… pero no presenta más similitudes más que la posible ambientación y que hay un tiempo que corre en nuestra contra. En este Stormlord deberemos rescatar una serie de Hadas que han sido secuestradas por la Reina Negra o Reina Badt (según las diferentes versiones del juego recibía un nombre u otro) y para ello, debemos avanzar derrotando enemigos y superando unos pequeños puzles a contrarreloj. Además, existen otras Hadas gigantes que cada vez que pasamos por ellas nos animan silbándonos. Todavía desconocemos su función realmente en la aventura. Aunque comparta ambientación, Ghost’N Goblins es muy superior en todos sus apartados como veremos más adelante.



Stormlord y los puzles…

Como hemos dicho antes, para rescatar a las Hadas tendremos que superar una serie de puzles consiguiendo una serie de objetos desde llaves a paraguas o cazos con miel que debemos llevar o colocar en zonas determinadas para poder seguir avanzando. Estos serán los objetos que encontraremos en la aventura:

Llave: Nos permite abrir puertas.


Paraguas: Evita que nos caigan gotas de lluvia sobre la cabeza si lo tenemos en nuestro inventario.


Cazo de miel: Si lo colocamos en una zona determinada cerca de abejas, estas vienen a comer y nos dejarán el paso libre.


Taza de agua: Se utiliza para poder recoger algún objeto y remplazarlo en su lugar.


Zapatillas voladoras: Con ellas, nuestro personaje tiene la habilidad de realizar saltos mucho más altos pudiendo llegar a lugares que antes no le era posible.


Transportadores: Un águila venía y nos llevaba de un lado a otro del nivel de forma rápida y así, poder conseguir nuevos objetos para utilizarlos en zonas anteriores o posteriores.


Todos estos objetos debemos saber utilizarlos muy bien ya que nos podremos encontrar en momentos en donde nos encontraremos con dos ítems cercanos y si cogemos el erróneo, podremos no superar nunca el nivel. Por ejemplo, abrir una puerta que no era preciso abrirla y debíamos haber guardado y utilizado esa llave en otra puerta diferente para rescatar una hada y así completar el nivel. Todo esto hace que nos pensemos mucho las acciones antes de avanzar, pero recordando que el tiempo corre en nuestra contra.


Y no podemos olvidarnos de las hadas, repartidas por todo el escenario y fundamental será nuestra labor de encontrarlas antes de que se acabe el tiempo y poder así avanzar de nivel.


Cuando completamos el nivel nos encontramos con un nivel de bonus en donde debemos coger el mayor número de hadas posible mientras nos movemos rápidamente de derecha a izquierda. Podremos conseguir alguna vida gracias a estos niveles.


Dificultad excesiva acompañada de un control algo duro.

Hemos ido comentando la dificultad del tiempo y los puzles, pero además de ello, como toda gran aventura deberemos superar bastantes enemigos y peligros con la particularidad de que si volvemos hacia la misma zona vuelven a aparecer así que mucho cuidado al volver a pasar por ciertos lugares.

Brujos: Aparecen vestidos de azul y nos lanzan rayos con su bastón, sobre todo si nos encontramos en zonas elevadas.


Volcanes: Realizan siempre el mismo movimiento. Pasaremos sobre ellos cuando su bola esté en la parte más alta.


Gusanos: Se arrastran por el suelo. Fáciles de vencer desde la distancia.


Troll: Van con un cuchillo en mano y atacan cuerpo a cuerpo. Acaba con ellos sin que se acerquen demasiado.


Demonios azules: Aparecen dentro de unos huevos que caen desde el cielo. Acaba con ellos antes de que rompa el cascarón ya que son rápidos.


Plantas carnívoras: Salta rápido con mucho cuidado de no caer encima y vigila las plataformas que se encuentran en lugares elevados ya que pueden desplomarse y formar a ser parte comida de estas amiguitas.  


Cabezones saltarines: Van saltando desde la distancia intentando acercarse a nuestro personaje. Acaba desde la distancia.


Abejas: Evítalas y cuando tengas el cazo de miel colócalo en una zona cercana para que vengan hacia el mismo y puedas pasar por la zona que bloqueaban.


Dragones: Rápidos y suelen atacar en grupo. No dejes que se acerquen y acaba con ellos desde la distancia.


Esqueletos: Avanzan lentamente. Unos cuantos rayos y ya no darán el follón.


Cráneos: Rápidos y saltan por el suelo. Ataca con tus rayos desde la distancia o agachado.


Esqueletos voladores en llamas: Rápidos y bastante molestos. Aparecerán desde arriba para descender verticalmente y atacarte en línea recta. 


Estatuas cabeza de dragón: Están inmóviles y lanzan cada cierto tiempo fuego azul.


Junto a estos enemigos, encontramos otros peligros como plataformas que se desploman, fuego, acantilados, nubarrones de lluvia… Aunque está bien en número, es una lástima que no haya más variedad y que no se encuentren jefes finales al final de los niveles o cada cierto número de escenarios. Además, en los primeros escenarios ya encontramos la mayoría de los mismos. Como curiosidad decir que tras la muerte de nuestro personaje éste aparecía en el mismo lugar siendo un arma de doble filo ya que aunque no era la faena de comenzar al inicio del nivel y tener que repetirlo todo, podía comenzar la partida encima de un enemigo o acantilado… llegando incluso a romper la partida.  


El control de nuestro personaje era algo duro. Respondía bien a los controles pero los movimientos son algo toscos y debíamos realizar los saltos de forma precisa o podríamos caer encima de un enemigo. Por culpa del mismo, cómo decíamos antes podíamos caer en algún bug y destrozarnos la partida. Esto hacía que nos desesperase y unido a la dificultad de los puzles o algunos enemigos nos daban ganas de abandonar la aventura. Podemos decir que estamos ante una aventura difícil debido no solo a los peligros que debemos salvar, los puzles que debíamos superar, el molesto tiempo y sobre todo, el molesto control del personaje.


10 niveles donde pensar es algo fundamental.

Stormlord consta de 10 niveles, cada uno más difícil que el anterior y en donde rescatar las hadas y superar los puzles no será nada sencillo. Lo malo es que además de ser pocos en número, se puede decir que hay realmente dos tipos de escenarios: el bosque y el castillo, y escenarios que mezclan ambas temáticas en donde comenzamos en el bosque y pasamos por zonas de ruinas.


En los escenarios del bosque predominan gran variedad de peligros desde brujos, volcanes, plantas carnívoras, plataformas que se desploman, gusanos, dragones, demonios voladores azules, trolls, acantilados…


En los escenarios del castillo predominan esqueletos, cráneos que avanzan por el suelo, esqueletos en llamas, cabezas de dragón que escupen fuego azul, más dragones y brujos…entre otros peligros como el fuego que hay  sobre nuestros pies si caemos por un precipicio.


Por último, los escenarios que mezclaban ambos tipos de niveles, aunque transcurrían en el exterior la totalidad, tenían zonas con ruinas alternando con zonas de bosque. A partir del nivel 7 los encontraremos, aunque había algún escenario al principio en donde nos adentrábamos por momentos en el interior de una cueva.


En resumen, muy poquita variedad de niveles y siempre consistían en los mismos enemigos y peligros. Al principio, aunque visualmente nos pueden llamar la atención pecan de ser muy repetitivos y terminan cansando.


Un Ghost’N Goblins… que no llega a serlo.

Como comentamos al principio, su estética oscura es muy similar al genial Ghost’N Goblins pero no son nada comparables. A nivel visual al principio, el escenario del bosque nos puede resultar familiar al genial cementerio de la aventura de Sir Arthur y visualmente ambas están bien, pero el ritmo frenético del arcade y visualmente raya a un nivel muy superior en comparación con Stormlord.


La estética de los enemigos y el diseño del personaje es muy inferior y el personaje aunque visualmente puede llamar la atención es muy robotizado su control… de hecho, los rayos no se ven lanzados por él sino que salen de su cuerpo, al igual que ocurre con los cuchillos (esto nos recuerda bastante a nuestro caballero Arthur cuando los lanzaba).


Por lo tanto, a nivel visual sale perdiendo completamente respecto Ghost’N Goblins, pero si no lo comparásemos con el mismo, podríamos decir que visualmente está bien, rozando el notable por momentos, bastante detallista el primer escenario, pero según avanzaba la aventura parecía que la originalidad de los niveles se le fue a los desarrolladores y fueron muy repetitivos por lo que pasa de puntillas este apartado.    


El aspecto sonoro del juego, aunque no destaque, cada nivel tiene su melodía y se adaptan perfectamente a la aventura, siendo sonidos algo animados en algunos niveles y pausados en otros. Están a un nivel bastante aceptable aunque los sonidos son algo menos agradables, ya que son algo pobres, tanto la voz de nuestro protagonista como los sonidos de los ataques o de algunos enemigos.



Anteriormente hablamos del control algo tosco del personaje y de la dificultad de la aventura debido al mismo y a los retos que suponían los enemigos, el tiempo y los puzles… Todo esto nos hace estar ante una jugabilidad que va decreciendo e incluso al principio puede que abandonemos el juego debido a que no nos enteremos de nada de la aventura ya que no hay ningún tutorial que nos diga qué camino seguir ni cuando coger un determinado ítem. Sin ser realmente difícil, comparado con otros juegos analizados como Ninja Gaiden o alguna aventura de Joe Musashi en Shinobi, su estética repetitiva, su control, la dificultad, un aspecto sonoro aceptable al igual que visualmente… hace que el juego no destaque en el catálogo de cualquier videoconsola y apruebe raspadito. Una muestra del genial control la vemos en el siguiente vídeo…

Como cualquier aventura de la época, el ensayo y error era fundamental para poder avanzar. Ir viendo los ítems cuando cogerlos y dónde utilizarlos era imprescindible para superar los diez niveles de que constaba la aventura. Una vez sabíamos la función de cada ítem y dónde utilizarlos podíamos completar la historia en una media hora, eso sí, no por ello no sería fácil ya que recordar que los enemigos se regeneraban y nuestro personaje aparecía tras cada muerte en el lugar donde fallecía, pudiendo ser a veces un gran inconveniente. Además, para poder completar la historia en ese tiempo necesitaríamos haber empleado muchísimas horas y haber sufrido muchos “Game over”.


Stormlord salió por primera vez en 1989 para Commodore64, Atari ST, Amstrad CPC y Spectrum en Europa y para Sega Genesis y Amiga en 1990 en USA y en 1992 en Japón para Sega Génesis y 1993 en Amiga. Stormlord no salió en territorio europeo para Mega Drive.

Las versiones de ordenadores de sobremesa eran algo más “picantonas” mostrando los pixels de las hadas ligeritas de ropa pero Sega censuró esta parte no considerando adecuado ese contenido para las consolas de sobremesa.
Comparativa Amstrad CPC y SegaGenesis

Las aventuras de Stormlord tuvieron una segunda aventura con el nombre de Deliverance: Stormlord 2 que apareció en 1990 para Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64 de nivel muy similar a la primera parte y para Amiga en 1992. Mega Drive o Sega Genesis en este caso, no tuvieron tanta suerte....




A día de hoy…

Stormlord a nivel visual ha envejecido bien y se puede decir que no daña a la vista ya que la gran mayoría de aventuras de 16 bits para la negra de Sega se pueden jugar sin problemas y no son tan molestos sus pixel como una aventura poligonal. Para los jugones de antaño suponía un reto y no analizábamos tanto su apartado técnico y nos centrábamos más en su diversión. Nos conformábamos con poco. Aún así, Stormlord no es un gran juego, es muy repetitivo y en los dos, tres primeros niveles ya sabemos de qué va la historia y cómo son sus escenarios y enemigos y los puzles a resolver. Lo único que debemos aprender es cómo y cuándo utilizar los objetos para avanzar y tener cuidado con los enemigos. Su apartado técnico pasa ajustadito y el control del personaje hace que el juego se rompa por momentos haciendo que Stormlord sea una experiencia bastante negativa hoy en día, aunque puede que al principio te llegue incluso a enganchar un par de horas… hasta que veas su escasa variedad y comiences a perder el interés.  



El cartucho para la Mega Drive americana o japonesa (Sega Genesis) se puede conseguir por unos 10€ y completo ronda los 30. Existen otras versiones de otras plataformas como ya comentamos anteriormente para ordenadores de 8 bits pero técnicamente están un por debajo y traen poquitas novedades al respecto. 

Precios orientativos por ebay
Conclusión

Stormlord es una aventura discreta, poco varieda y con un control muy mejorable que intentó parecerse a un Ghost’N Goblins y se quedó en el camino. Todos sus apartados son muy mejorables y si quieres probarlo por curiosidad y echarle un vistazo no esperes grandes ratos de diversión. 



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